martes, 24 de mayo de 2011

De ruta con el El Caravan Festival. Akhwat Shanay, un bufón polichinesco en las montañas del Líbano

(Théâtre Tournesol - Theatre Sunflower)

Se inició la gira del Caravan Festival con una actuación en el Théâtre Tournesol de Beirut, un magnífico teatro que comparte la Asociación El Khayal de Karim Dakroub y el equipo Shams, de Hanan Hajj ali y Roger Assaf, con una capacidad para unas trescientas personas y que programa con regularidad teatro contemporáneo y también espectáculos de títeres. A la función asistió el embajador de España Juan Carlos Gafo así como otros invitados especiales.

El Festival Caravan que organiza El Khayal es un interesante proyecto empeñado en programar teatro a los municipios alejados de la capital y en los que no suele haber programación alguna de teatro. Se actúa en bibliotecas, escuelas u otras dependencias municipales. La idea es romper, por un lado, los aislamientos territoriales que la división confesional del Líbano impone y, por el otro lado, implicar a los municipios en actividades culturales de pago.

(Centro Cultural del Patriarca Sfeir)

Anteayer, por ejemplo, actué en Raifoun, un pueblo situado en una de las laderas que miran Beirut, concretamente en el Centro Cultural del Patriarca Sfeir. Se llama así porque en el mismo lugar dónde se levanta este hermoso edificio construído a la manera de las casas tradicionales libanesas, se encontraba la casa natal del Patriarca maronita Sfeir. El lugar reúne una hermosa biblioteca de espectacular vista, una sala de actos de usos polivalentes (dónde actué ante un público atentísimo) y el dispensario que Cáritas tiene en la planta baja. La función fue a las ocho, buscando la oscuridad que el espectáculo necesita.

Ayer la función fue en la localidad de Btekhnay, en una hermosa ubicación bastante más intrincada de las mismas montañas que rodean la capital. Una zona de mayoría drusa. De hecho, la función se realizó en el Centro Social de Btekhnay, un local dónde esta comunidad suele desarrollar sus actos colectivos, como bodas, fiestas, aniversarios y otros acontecimientos sociales. La sala se llenó de niños y aunque no había la oscuridad requerida, el público participó con  extraordinario entusiasmo.

Por cierto, al salir del local, nos encontramos frente a una estatua que nos ha llamado la atención. La figura mostraba un rostro cómico, con un sombrero divertido y una posición especial de la mano. Uno diría encontrarse ante algún comediante o bufón. Karim Dakroub, quién nos acompañaba en esta ocasión, confirmó nuestras sospechas: se trata del famoso actor Nabih Abou El Hesn fallecido recientemente, nacido en Btekhnay y conocido sobretodo por encarnar al personaje de Akhwat Shanay, una especie de “loco sabio” al que le estaba permitido decir lo que le pasaba por la cabeza. Una especie de Polichinela o de Karakoz surgido de una leyenda local referida al emir Bashir de la histórica localida de Beitedine. Dice la leyenda que ante el dilema de llevar agua de una zona baja a una alta, el único que encontró la solución, curiosa pero efectiva, fue el loco Akhwat Shanay: poner un hombre con un cubo cada medio metro desde dónde estaba el agua estaba hasta dónde ésta debía llegar. El emir quedó tan impresionado por la idea del ocurrente loco, que desde entonces no hubo problema que no se le consultara a Akhwat. Así se extendió su fama, convirtiéndose en un personaje popular que muchos actores encarnaron para clamar, desde la libertad del bufón, sus opiniones críticas y sátiras políticas desde el escenario.


Esculturas de Akhwat Shanay, el poeta Bustany, el Emir Bashir Shihab II i Ibrahim Pasha de Egipto en el Museo de Cera de Biblos.


Con el agradable sabor de haber encontrado a este pariente lejano de Polichinela encarnado en una estatua perdida por las montañas del Líbano, regresamos a Beirut más contentos que unas pascuas.


Hoy, las Rutas de Polichinela a través del Líbano y de su Festival Caravan nos han llevado a Tibnine, un pueblo del sur situado a muy pocos kilómetros de la frontera con Palestina. Hemos actuado en la biblioteca del lugar, que también cumple funciones de sala de actos. Luego hemos visitado el castillo de Tibnine, que se halla en lo alto del cerro alrededor del cual se extiende la aldea. Se trata de un hermoso e impresionante castillo medieval construído por los cruzados en 1105, concretamente por el príncipe de Galilea Hugo de Santo Omer, gobernador de Tiberias, como punto de apoyo mientras sitiaba Tiro. Desde las terrazas de lo que se conserva del castillo, se puede contemplar una excelente panorámica de la región, con las colinas de Israel al fondo.

(Castillo de Tibnine - foto de Rebecca Simpson)

De regreso a Beirut, hemos recalado en Tiro para visitar las impresionantes ruinas romanas de la ciudad. Una maravilla bajo un sol de justicia que ha rematado una jornada emocionante de visitas y trabajo.



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